Donde hay caridad y amor, allí está Dios. El amor de Cristo nos ha congregado y unido.
Alegrémonos y deleitémonos en Él. Temamos y amemos al Dios vivo.
Con sincero corazón amémonos unos a otros. Donde hay caridad y amor, allí está Dios.
Del mismo modo estemos congregados y unidos, cuidémonos de estar desunidos en espíritu.
Cesen las malignas rencillas, cesen los disgustos. Y Cristo nuestro Dios reine entre nosotros.
Donde hay caridad y amor, allí está Dios. Ojalá junto con los bienaventurados veamos
también tu rostro en la gloria ¡oh Cristo Dios nuestro!. Este será el gozo santo e inefable
por los siglos infinitos. Amén