Armonía, un problema básico

Uno de los principales problemas que se encuentran siempre los profesores de armonía es que no existe un consenso de nomenclatura y cifrado en los profesores que han tenido o en los manuales de armonía. El catedrático de Armonía del Conservatorio Superior de Sevilla, Juan Antonio Pedrosa, amigo y maestro, solía comentar este hecho de la siguiente forma: surtido-de-notas-musicales-dibujadas-a-mano_23-2147612858«En el mundo de la química (él es licenciado en Ciencias químicas) esto lo solucionamos haciendo un congreso cuando aparece un compuesto nuevo. Una vez allí reunidos lo más sobresaliente del mundo de la química le ponemos un nombre a dicho compuesto bautizándolo ya para siempre, y esto es lo que nos haría falta en la Armonía para dejar de generar confusión de nomenclatura».  Sigue leyendo

Usando el diapasón… Resolviendo dudas

Hablando de Música Antigua, en ocasiones vemos directores que se aferran fervorosamente a la afinación que viene escrita en la partitura cuando realmente el modo o el tono es algo orientativo en este tipo de música y para nada se trata de sonidos absolutos. Esto se debe a que la afinación de La de cada zona distaba mucho de ser 440Hz, es decir, el La de León podía ser de 420Hz en el siglo XVII mientras que en Palencia podía ser de 412 Hz. Esto pasaba en toda Europa y dos ciudades cercanas podían tener diferente La. Sigue leyendo

Ideas para mejorar la entonación a primera vista (II)

En la mayoría de los casos los alumnos suelen entender la teoría del ritmo musical, gracias al buen hacer de los profesores de lenguaje musical que se sirven de multitud de ejemplos válidos para explicar las notas que caben en un pulso.

El problema no suele ser ese. A pesar de que en principio no lo parezca, en no pocos casos, el alumno se bloquea porque algún punto de su aparato fonador no es capaz de articular aquello que su cerebro lee, quiero decir, el problema es cuando ve una sucesión de cuatro sonidos en un pulso su cerebro tiende a leer uno por uno los sonidos que aparecen escritos y para cuando puede pronunciarlos ya es tarde porque está fuera de pulso. Sigue leyendo