Peccantem me quotidie et non me paenitentem. Timor mortis conturbat me quia in inferno nulla est redemptio. Miserere mei, Deus et salvame.
Cada día peco contra ti y no me arrepiento. El temor de la muerte me entristece porque en el infierno no hay redención. Ten piedad de mí, ¡oh Dios! y sálvame.