Ideas para mejorar la entonación a primera vista (I)

En clase, hablando con muchos profesores y observando como tribunal en las pruebas de paso de grado compruebo que son muchos los alumnos que presentan dificultades a la hora de aprender a leer y entonar a primera vista. En no pocos casos incluso, este problema podría no solucionarse en los primeros 7, 8, 9 o 10 años de estudios musicales siendo luego una laguna en el estudiante para retos superiores.

¿Dónde radica la base del problema? ¿En el profesor, en el alumno o en el sistema? Probablemente encontremos debilidades en estos 3 puntos de apoyo que presenta esta dificultad pero a mí me gusta ver el vaso medio lleno y prefiero ofrecer soluciones, ejercicios y propuestas para mejorar esta deficiencia. Inicio una colección de artículos que ofrecen apoyo para superar estas deficiencias.

A lo largo de la semana existen numerosos momentos en los que no se nos permite hacer gran cosa; ratos como el ascensor, el autobús o la ducha (¿por qué no?) en los que podemos, discretamente, silbar intervalos, arpegios, saltos o melodías para irlas descubriendo a nuestro entendimiento. Esos ratos resultan de gran utilidad a la larga.

Empezar por lo más básico suele ser una buena opción. Reconocer todos los saltos posibles dentro de una escala diatónica y ganarle seguridad a la entonación de acordes tríada mayores y menores es el paso inicial con el que luego haremos ejercicios más complejos.

Ejercicio 1

En el primer caso propongo ejercicios que pivoten sobre la nota Do, por ejemplo, DO-re-DO-mi-DO-fa… Hasta Do agudo y en sentido ascendente, y después, el mismo ejercicio partiendo del Do agudo y en sentido descendente. Para este ejercicio lo ideal es no necesitar apoyo de ningún instrumento, debemos buscar y desarrollar los trucos necesarios para entonar correctamente los intervalos, ahí está la clave de todo, será nuestro punto de partida.

Importante: debemos comprobar la correcta afinación de cada intervalo realizado sirviéndonos de una escala de sonidos por grados conjuntos, por ejemplo, si quiero dar un Do-Fa primero subo como si se tratara de una escalera, peldaño a peldaño: Do-Re-Mi-Fa; y luego omito Re y Mi para quedarme con Do y Fa que es lo que inicialmente quería hacer. Este ejercicio nos servirá como método de comprobación en el futuro cuando dudemos de un intervalo que hayamos entonado.

Ejercicio 2

Una vez dominado este ejercicio cambiaremos de escala, es decir, el ejercicio será similar pero a DO lo llamaremos FA por ejemplo, tanto ascendente como descendente. Luego lo llamaremos Sol, Re… Y poco a poco iremos dominando la tonalidad mayor con todas las armaduras posibles. Resulta de especial ayuda el dominar la teoría de los intervalos para que todo vaya cuadrando en nuestra mente.

Ejercicio 3

Entonar un modelo de arpegio tríada mayor (Do-Mi-Sol) y el modelo de arpegio tríada menor (Do-Mi b-Sol). Debemos buscarnos nuestros propios trucos para entonarlos correctamente. La tríada mayor suena como el timbre de llamada en aeropuertos, supermercados… Eso nos puede ayudar. Y la tríada menor tiene bastantes ejemplos en música popular o en música clásica como para poder encontrar uno, pero ninguno de ellos es lo suficientemente famoso como para que todo el mundo lo reconozca, es por ello por lo que pido que cada uno encuentre sus propios trucos, siempre será más eficaz con algo que nuestra mente ya ha oído antes.

(Continuará)
                                                                                                                            Enrique Yuste Rivero

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